miércoles, 18 de mayo de 2011

Los "indignados" se comen la campaña

Mientras algunos tratan de ningunearlos, otros intentan arrimar el ascua a su sardina e incorporarlos como propios a unos objetivos en los que nunca entraron. Me estoy refiriendo de nuevo al Movimiento 15-M, o "de los indignados", como algunos medios de comunicación los han bautizado. El caso es que, tal y como comentaba hace escasamente veinticuatro horas, esta protesta ciudadana que surge sin programas, sin ideología específica, sin líderes, ha cogido a las fuerzas políticas más importantes, tando de la izquierda como de la derecha, con el paso cambiado y, tras la primera reacción de asombro, han empezado a posicionarse con el habitual cinismo de unos y de otros.

"Hay motivo" fue un lema que contribuyó hace unos siete años para aupar al PSOE al poder y desbancar a sus adversarios del PP. Ahora, a pesar de las hipócritas reacciones de los dirigentes de ambos, también hay razones suficientes, y muchas, para que la ciudadanía esté cabreada. Mientras, las fuerzas políticas que se van a batir el cobre de las urnas el próximo domingo nos mantienen desde hace doce días condenados a una nueva campaña plana, llena de descalificaciones y de miedos, poniendo siempre sobre el tablero de sus promesas electorales lo qué hay que hacer, aunque casi nunca cómo; recordándonos los problemas -muchos de los cuales han sido originados por ellos mismos- pero sin especificar la forma real y cuantificada para salir de ellos; culpando al adversario de todos los males pasados, presentes y futuros.

Y en ello estaban cuando aparecieron "los indignados", que se han mostrado capaces de movilizar a gente en toda España gracias fundamentalmente a las redes sociales, esas mismas redes sociales que los candidatos de nuevo cuño dicen conocer al dedillo y manejar con tanta habilidad como el propio Zuckerberg . Los cabreados han aparecido y les han robado la cartera de sus campañas, porque a estas alturas de la película ya a nadie puede escapársele que en las portadas de los diarios de toda España los 'sin techo sociales' se han ganado las cabeceras principales relegando a un segundo plano los mitines y declaraciones de los candidatos. O sea que les han birlado por el método del descuido todo el protagonismo y les han metido el miedo en el cuerpo.

Ahora, en uno más de esos giros tradicionales que hacen de la política el arte del engaño, los partidos de la izquierda se han empeñado en "apropiarse" ese movimiento, de apostatar, si es preciso, de todas sus 'hojas de ruta' y estrategias para convertirse a la nueva religión de los 'desheredados' por la crisis. Resulta vergonzoso leer las declaraciones de los lideres socialistas expresando su comprensión hacia ese colectivo cada día mayor y no vay a enumerar las más relevantes porque me alargaría demasiado y hoy no me apetece. Quede como muestra la perla del ex presidente del Gobierno Felipe González, que ha "advertido" de un cierto paralelismo entre la protesta ciudadana española y las revueltas que han convulsionado en los últimos meses importantes países del mundo árabe. ¡Hay que tener rostro!

Entretanto, la derecha, como era de esperar, ha preferido ignorar la relevancia de este movimiento 'anónimo' y, aunque con otras palabras, reducirlo a los 'folloneros' de siempre y a jóvenes malcriados unidos en el cocido común del rechazo a la política institucional. El líder del PP, Mariano Rajoy, ha salido en defensa de la "nueva aristocracia" -la política, para lo que no me sigan- menospreciado a quienes dicen que "no nos representan", todo en la línea de la pretensión de ampararse en la 'gente de orden', como se decía antiguamente, que no son otros sino ellos, los únicos capaces de llevar el timón de un país a la deriva. ¡Otro que tal lo baila!

Al final, el Movimiento 15-M va a estar ahí, al menos hasta el domingo, aunque es previsible que a lo más que pueda llegar es a que la abstención crezca un poco -tampoco hacía falta animar mucho al electorado a quedarse en casa-. En todo caso, pase lo que pase, siempre les quedará el prurito de haber 'apagado' a los partidos y a sus campañas y poner públicamente en evidencia de dónde proceden muchos de los males de este país. Que no es poco.

2 comentarios:

  1. el exito de este movimiento, juvenil o no, no es solo el hacernos recapacitar o pensar sino dar un toque de atencion a partidos politicos que aspiran a ganar las elecciones generales del 2012. De ahora en adelante e independientemente de quien gane las autonomicas o municipales millones de ojos estarn puestos en aquellos que ahora ningunean a estos chavales. Este movimiento tiene mas aristas de las que se cree ver a simple vista.

    ResponderEliminar
  2. Pues si, han conseguido eclipsar a los partidos. Parece que esta vez el protagonismo está en los que votan (o no) y no en los que se presentan.

    ResponderEliminar