viernes, 7 de diciembre de 2012

Juegan con fuego

No pasa día en que nuestra clase política no alimente con sus decisiones y medidas el malestar creciente de la ciudadanía. Opiniones, encuestas y clima social reflejan a cada momento ese sentimiento cada vez más generalizado que sitúa a ese colectivo como uno de los principales problemas cuando debería ser el instrumento que los resolviera.

Hoy mismo hemos conocido el acuerdo del Gobierno de destinar medio millón de euros a la fundación FAES, que preside el ex presidente del PP José María Aznar, y la mitad de esa cantidad para IDEAS, su homóloga en el PSOE. ¿Es realmente acertado este desembolso en los momentos actuales? Canalizar esas cantidades a unas entidades de partido con el presunto objetivo de "promover y fortalecer la democracia en países en vía de desarrollo" resulta en estos momentos cuando menos chocante, sobre todo si se tiene en cuenta que la más reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas arroja un preocupante 67,5% de españoles que se muestran poco a nada satisfechos con el funcionamiento de la democracia en nuestro país. Al margen de que el hecho de que esos fondos públicos vayan a entidades privadas ligadas indisolublemente a los grandes partidos políticos pudiera parecer inapropiado frente a la grandes necesidades mucho más urgentes que tiene en estos momentos la sociedad, al margen de ello -digo- ¿no sería mejor que las principales formaciones políticas empezaran por arreglar la propia casa?

El despropósito de este tipo de decisiones sería nimio en sí mismo si no se enmarcase en una cascada de acuerdos con un trasfondo similar: La clase política barre sólo para casa. Somos bastantes los que pensamos que esta actitud podría llevar a la reflexión de que nuestros políticos empiezan a ver las cosas cada vez más negras y tratan de aprovechar el tiempo por si el 'chollo' no dura. De ser así, esta nueva casta económicamente aristócrata no estaría siendo consciente de que con su desaforado egoismo no hacen nada más que alimentar a la bestia antidemocrática que se vislumbra tras el mencionado sondeo del CIS. Si casi siete de cada diez españoles, por exclusiva culpa -y lo recalco- de esa clase política, se muestra insatisfecha con la democracia, y si ese sentimiento crece y se desarrolla, ¿cuál puede ser el siguiente paso en esta arriesgada carrera hacia el precipicio? Indudablemente, otro sistema diferente al democrático, y todos sabemos qué nombre tiene, un nombre que nadie quisiéramos recordar. No sé si se dan cuenta, pero están jugando con fuego.

1 comentario:

  1. ¿Promover y fortalecer la democracia en países en vía de desarrollo?... ¡Una falacia obscena! Sólo se trata de consolidar y reforzar este bipartidismo demoledor que nos ha tocado padecer. Una aberración más, a la vez que se predica el adelgazamiento de "la administración" y el recorte de determinados privilegios de la casta que no se terminan de ver. Pero el pueblo cada vez está más informado, y lo que comenzó por una indignación restringida está evolucionando hacia una cólera generalizada. Se lo están ganando a pulso.

    raitanucu

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